Arte, historia, cultura. Israel es un país con tanto que ver y comprender, que la ayuda de sus museos resulta imprescindible. Uno de ellos, el Museo de Israel, es una parada obligada al visitar Jerusalén.
Fundado en 1965, este museo ha conseguido reunir en tan sólo 45 años una vasta colección de más de 500.000 objetos entre los que se encuentran desde piezas arqueológicas de incalculable valor a esculturas de artistas contemporáneos.
Las secciones a visitar son variadas, pero sin duda dos destacan por encima de la demás. En primer lugar, el Santuario del Libro, un edificio de llamativo diseño cuyo interior acoge parte de los antiquísimos y polémicos Rollos del Mar Muerto.
En segundo lugar, la impresionante maqueta de Jerusalén en época del Segundo Templo (s. I d.C), de enormes medidas y construida íntegramente en piedra caliza.
El modelo no pretende tanto ser absolutamente exacto en términos arqueológicos, como dar una idea del tipo de arquitectura y la topografía de la época. Y lo cierto es que lo consigue.
El Museo de Israel se encuentra en la llamada Colina de la Tranquilidad. Para llegar hasta allí disponéis de un amplio y frecuente servicio de autobuses que podéis consultar en su web oficial. La entrada cuesta 48 shekels (9,6 euros) para los adultos, con descuentos para estudiantes, niños y personas mayores.
Fuentes:
Un Viajero de Papel 